10 AÑOS SIN AMY WHINEHOUSE
“Me gustaría pasar a la historia como alguien que no se conforma con hacer música común, sino como una pionera. Tengo mucho tiempo para llegar a conseguirlo, es algo emocionante”, le contó Amy Winehouse, en enero de 2004, al periodista John Marrs. Una respuesta que tomó otro significado años después, cuando el mundo se sorprendió con su muerte.
Una voz maldita del soul. Una imagen única, desdibujada por momentos, pero que transmitía respeto. Su estilo distintivo, con sus tatuajes y su peinado beehive (su nombre viene por su similitud con una colmena) la convirtieron en motivo de inspiración para diseñadores de moda.
Una personalidad fuerte, pero que mostró cierta debilidad en el último tiempo. “Cuanto más insegura me siento, más llena está la copa de vodka”, contó en el documental sobre su vida, “Amy, la chica detrás del nombre”.
El 23 de julio, Amy fue encontrada muerta en su departamento de Camden Town, Londres, por causas relacionadas con su alcoholismo. Al igual que otras leyendas de la música – Brian Jones, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison y Kurt Cobain- dejó este mundo con tan solo 27 años.
Su última grabación fue “Body & Soul”, un estándar del jazz que supo tener versiones a cargo de gigantes del género como Ella Fitzgerald, Billie Holiday y Frank Sinatra, y ella lo grabó en dueto con Tony Bennett.
“Algunas personas piensan que cualquiera puede cantar jazz, pero no es así. Hay que aprender, pero también es un espíritu con el que nacés o no. Y Amy nació con ese don” definió el legendario cantante estadounidense sobre aquella colaboración. Salió como single el 14 de septiembre de 2011, fecha en que Amy hubiera cumplido 28.
En 2006, Amy Winehouse tenía un nuevo capítulo para sorprender al mundo. Su historia no paraba de escribirse y cada párrafo tomaba mayor relevancia. Back to Black, producido en gran parte por Mark Ronson -en 2007, la artista grabaría junto a él una versión de “Valerie”, un tema original de The Zuttones- fue su segunda producción, una obra magnífica que la transformó en una mujer récord: fue la primera artista británica en ganar cinco premios Grammy en una noche. Los singles “Rehab”, “You Know I’m No Good” y “Tears Dry on Their Own” se convirtieron en clásicos instantáneos que definieron su sonido. La fama también comenzó a profundizar sus conflictos personales y problemas de adicciones.
“Si siento presión. Un poco. Pero yo soy así. Nadie puede ser más crítica que yo. Es por eso que la siento. Son días en los que desearía poder tomarme un descanso de mi propia cabeza”, confesó por aquellos días en donde su nombre aparecía en todos lados.
Su último concierto importante fue en Belgrado, un mes antes de su muerte. Un recital que fue anunciado como su gran regreso pero que terminó en un verdadero desastre. Salió a escena borracha y casi no podía cantar o mantenerse en pie. Se puso de rodillas, se sentó para sacarse los zapatos. El publico pedía que cantara.