La detención de dos argentinos en Qatar generó una gran conmoción entre aquellos hinchas que viajarán a disfrutar el Mundial, que comenzará el próximo 20 de noviembre. En los grupos de WhatsApp, conformados por los fanáticos y las fanáticas que arribarán a Doha para alentar a la Selección, las versiones son varias y el desconcierto es total.
La situación de Marcelo Martínez, el primer hincha en arribar al país asiático, detenido desde el 12 de octubre, es la que más los preocupa. Así lo manifiesta la familia del abogado que llegó a Qatar el 3 de mayo con el propósito de encontrar un trabajo y vivir allí durante los meses previos a la competición.
“Lo llamaron a declarar por una banda que atraparon en Qatar, la cual se dedicaba al lavado de dinero, contrabando, robo, reducción de productos y estafas con departamentos. Marcelo fue estafado. Alquiló unos departamentos para unos amigos de Argentina que van al Mundial con él y lo estafaron”, contó Claudia Martínez, su hermana.
La mujer, visiblemente angustiada, indicó que sus amigos “le transfirieron dinero por Western Union y él lo utilizó para pagarle los departamentos a esta banda que tenía oficinas, que a veces brindaba contratos, mostraba los departamentos y entregaba las llaves de los mismos”.
Martínez detalló que su hermano “abonó la mitad” y que, al descubrirse el entramado delictivo, las autoridades qataríes tomaron la decisión de detenerlo por los contratos que lo vinculaban con este grupo.
Daniel Rodeghiero, amigo de la familia, precisó que la carátula es por lavado de dinero y que su detención se originó luego de no poder demostrar mediante papeles o pruebas fehacientes que esos departamentos eran para los argentinos que viajarán a ver el Mundial.
“Sospecharon de que los alquilaban para otras personas”, dijo Rodeghiero a este medio, dando a entender que a Martínez se lo acusa de alquilarlos para luego volver a hacerlo y así obtener una ganancia por las operaciones.
En los grupos que Marcelo frecuentaba, uno de los integrantes manifestó que el detenido “venía siguiendo la reventa de entradas y en la casa de uno de ellos encontraron el alcohol”. Otro agregó: “El alquiler de los pisos los promocionaba por Facebook”. El primero reforzó esta versión: “Yo hablé con uno de ellos por un alquiler ahí. Nos daba contratos y todo”.
Estos actos fueron desmentidos por Rodeghiero y por otros integrantes del grupo de WhatsApp. Su amigo que aseguró que él “no revendía entradas ni compraba alcohol para vender” durante el Mundial. “No sé si lo hacían otros argentinos”, contó.
