
Como un Déjà vu, el fútbol europeo vuelve a cerrarle la puerta a los fanáticos. Ante la reactivación de la pandemia de coronavirus, y su nueva cepa Ómicron, el partido entre Bayern Munich y Barcelona, decisivo para la clasificación del conjunto culé a los octavos de final de la Champions League se jugará sin público.
El foco de mayor preocupación se da en la región germana de Baviera. Es por eso que el primer ministro, Markus Söder, confirmó este martes que el 8 de diciembre habrá acción en el Allianz Arena, pero no hinchas. El encuentro es fundamental para la ilusión de Barcelona de meterse entre los 16 mejores de la competencia, después del empate sin goles registrado ante el Benfica en el Camp Nou en la penúltima jornada y que dejó todo abierto. El conjunto blaugrana necesita igualar o mejorar el resultado que obtendrá el equipo portugués ante el Dinamo de Kiev, que puede clasificarse si derrota a los ucranianos y el Barça no logra superar al Bayern.Minutos después, en su cuenta de Twitter, el mismo ministro lo confirmó: “Los partidos de fútbol deberían volver a estar sin espectadores. Bavaria hará eso. La alta movilidad en la llegada y salida es actualmente irresponsable. El fútbol tiene una importante función como ejemplo. Ahora mismo tenemos que reducir contactos en todas partes”.