En un principio creyeron que era el cuerpo del sacerdote Hor-Djehuti, pero tras realizarle exhaustivos estudios se determinó que el cuerpo tenía 2.000 años de antigüedad y pertenecía a una mujer de entre 20 y 30 años, cursando la 28º semana de embarazo, al momento de su muerte.
La revista científica Journal of Archaelogical Sciencie –donde se publicó el estudio- precisa que el descubrimiento data de 2016, pero una reciente investigación del grupo de científicos polacos del Museo Nacional de Varsovia descubrió que debajo de los vendajes se encontraba una mujer embarazada.
Según determinaron, la momia egipcia embarazada era un miembro de la elite de Tebas, ya que su cuerpo estaba envuelto en telas de alta calidad y fue enterrada con gran cantidad de amuletos.
En las tomografías que le realizaron se pudo observar el resto de un feto en su abdomen y las mediciones de su cabeza indican que habría tenido entre 26 y 30 semanas de gestación.
El trabajo se llevó a cabo como parte del Proyecto de Momias de Varsovia, lanzado en 2015 cuyo objetivo es descubrir qué hay debajo de los vendajes. Al mismo tiempo tratan de detectar el sexo, la edad y la causa de muerte.
La momia, cuyo embarazo recién se conoció, fue desenterrada a principios del siglo XIX y sus restos datan del siglo I a.C; lo que significa que vivió cerca de la época de Cleopatra.
