En un partido con pocas llegadas, el Xeneize igualó 0-0 con un Independiente del Valle bastante deslucido. La revancha será en siete días en La Bombonera.
La excursión a la altura de Quito terminó siendo positiva para Boca. Con un equipo diezmado, el Xeneize logró sacar un empate 0-0 ante un rival que no lo complicó mucho. E incluso tuvo algunas chances para ganar el partido, dejando una buena imagen para la revancha que se desarrollará en siete días en La Bombonera.
Con un mediocampo con muy poca experiencia, pareció que el equipo que orienta Diego Martínez iba a sufrir en los 2.850 metros de la ciudad ecuatoriana. Pero el planteo terminó siendo bueno y más allá de que a los más chicos les costó soltarse en un inicio, al final terminaron jugando un partido correcto. Buen trabajo de Marcos Rojo y Lautaro Di Lollo, impasables por arriba, para un equipo que atacó como pudo y brilló en defensa, ayudado por la falta de ideas de su oponente. Quedó muy bien parado para el desquite como local para el cual tal vez recupere a alguno de sus lesionados, además de a Pol Fernández, que cumplió su suspensión.
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